Blogia
escribiendosobrenubes

De vuelta a Hermosillo

Y bien, entró el año y esta a punto de comenzar también el segundo semestre de mi carrera...

Lunes en la noche: Yo feliz disfrutando mis ultimos momentos con mis amigos Gisela, Eduardo y Karla, en mi querido rancho, -- corte a -- medianoche y yo buscando todavía mi ropa para empezar a hacer la maleta. Tres horas después me encuentro emp***** frente al lavadero, con el pantalón semi-mojado y las manos congeladas, mientras me arrepiento de haber hecho caso omiso a las llamadas de atención de mi madre cuando me decia que bajara mi ropa sucia para lavarla. Casi a las 4 de la mañana me encuentro terminando de hacer maletas y solo para darme cuenta que en esas dos maletas no cabe toda mi ropa, lo cual me lleva a sacar todo de ahi y meterlo en una sola maleta de tamaño "casa-rodante". Con ropa humeda dentro y la demas a punto de, por fin termino de cerrar la gran maleta y anexo una mas en la que vendrán los zapatos y dos chamarras. El camión que me llevará de regreso a hermosillo parte a las 6:00am en punto y yo sin dormir me encuentro sentado en el comedor lamentandome e intentando recordar que se me olvida mientras el reloj amenazadoramente marca las 5:00am. Cuando al fin, intento "echarme un sueñito" se levanta mi madre paranocicamente y me apresura a bañarme -a lo cual me opongo rotundamente por que hacia mucho frio- entonces me dirijo a cambiarme mientras ella me prepara un cafe con leche. Mi padre ya esta listo y sale a encender el automovil, yo intento bajar la gran maleta -que bien podria ser mi hogar rodante- cuidando no resbalar por los escalones, mi madre me ayuda con la otra maleta. Minutos después, me despido de mi madre y parto hacia la central.
Llegando a la central se me ocurre ver el reloj y me doy cuenta que ya son las 6:00am, corro lo mas que puedo cuidando de no herniarme cargando esa mostruosa maleta y no parecer estupidamente gracioso con la otra que llevo a cuestas como el pipila.
Sano y salvo, una vez depositadas las maletas en la parte inferior del camión, me despido de mi padre y me preparo psicologicamente para casi 4 horas de viaje.

Martes, 10:00am: Estoy fuera de la central, haciendo mi papel de "damisela en aprietos" ¬¬ para ver quien se acomide a ayudarme con la gran maleta, afortunadamente el señor que ofrece taxis, me ve y ayuda a bajarla. Camino a mi casa, me la paso debatiendo con el taxista el porque no hay taximetros y en que se basan para cobrar a determinado lugar, lo cual fue entretenido.
Llegando, me doy cuenta que nadie se encuentra en casa y corro al cuarto y me tiro sobre la cama, dejando en la entrada las maletas, un rato después me niego a la idea de aceptar que son mis maletas y tengo que traerlas al cuarto...
Una vez dejado "en orden" todo en casa, me dirijo a la Universidad para ver que hay de nuevo, y me encuentro con que al siguiente dia serán las inscripciones...
Pues hay me ves, todo nerdito haciendo mi horario, como buen amateur, hasta que en una de esas, llega el coordinador de mi carrera y gracias a mi oido metichón, logró escuchar que las listas de materias de las cuales estoy formando mi horario serán cambiadas por listas de grupo y asi solo tendria que escoger un grupo y no hacer mi propio horario a lo negrero. Y realmente me agradó ya que asi saldria a la 1:00pm, porque segun el horario feliz hecho "profesionalmente" ¬¬ por mi, las clases serian de 7:00am a 4:00pm, ¿como le hice? quien sabe, pero yo iba a salir todos los dias a las cuatro...
Como ya tenia mi kardex, mi turno, sabia el dia, y el horario no seria un problema, ya no tenia nada que hacer por ese dia asi que me dirigia a la casa a dormir cuando me doy cuenta que tengo una llamada perdida de Alexander y pues como buen curioso me dirijo a un telefono publico y le regreso la llamada, lo cual fué catastrofico para mi sueño -jajaja- por que hicimos planes de salir a comer e ir al cine talvez. Una hora después ahi estaba alexander, acosando gente con la mirada queriendo adivinar quien era el señor que me dió el kardex y que yo no recordaba, al paso de un rato, taydé y yo nos desesperamos al grado que le dijimos que se fuera a coordinación a preguntar que fué de su kardex. Después de acosar al coordinador y de que este le entregara el kardex a alexander, comenzamos a decidir que hariamos primero, por lo que empecé a hostigar, obligandolos subliminalmente a que me acompañaran a recojer mi credencial de elector.
El dia transcurrió en ir por mi credencial, ir a comer, platicar un rato y finalizar con una pelicula - que realmente fueron dos y media - llegada la noche, cada quien para su casa y a poner la alarma para muy temprano en la mañana encarar al proletariado universitario y reinscribirme ...

0 comentarios